A biblioteca
Uranos
rege o Cosmos. O estudioso lavra
os
versos de um soneto, mas não vê a careta
e
o desdém com que o fauno mostra a rama seca
extraviada
no bosque por seus cornos de cabra.
Ouve-se
gemer o aquilão: e em consolação macabra
A
tarde tece o fio de uma invisível roca
Enquanto
as sombras mudas guardam a biblioteca.
Grave
como um sarcófago que oculta a palavra.
Sob
as altas abóbadas o aprendiz medita:
–
há de viver; a glória da Arte é infinita...
O
voz do Tempo diz: não sonhes... Nada fica;
O
que vive na terra se acaba num momento!
(Ante
a fria rajada de vento no arvoredo
voam
as folhas rubras do outono no vento.
La biblioteca
Urania rige el Cosmos. El estudioso labra
los
versos de un soneto, pero no ve la mueca
y
el desdén con que el fauno muestra la rama seca
desgajada
en el bosque por sus cuernos de cabra.
Se
oye gemir el cierzo: y en soledad macabra
La
tarde teje el hilo de una invisible rueca
Mientras
las sombras mudas guardan la biblioteca.
Grave
como un sarcófago que oculta la palabra.
Bajo
las altas bóvedas el aprendiz medita:
-
hay que vivir; la gloria del Arte es infinita...
La
voz del Tiempo dice: no sueñes... Nada queda;
¡Lo
que vive en la tierra se acaba en un momento!
(Ante
la fría ráfaga del viento en la arboleda
vuelan
las hojas rojas del otoño en el viento.