A Rua
É uma
rua longa e silenciosa.
Ando pelas trevas e tropeço e caio
e me levanto e piso com pés cegos
as pedras mudas e as folhas secas
e alguém atrás de mim também as pisa:
se me detenho se detém;
se corro, corre. Volvo o rosto: ninguém.
Tudo está escuro e sem saída,
e dou voltas e voltas por esquinas
que levam sempre à mesma rua
onde ninguém me espera nem me segue,
onde eu sigo a um homem que tropeça
e se levanta e diz ao ver-me: ninguém.
Ando pelas trevas e tropeço e caio
e me levanto e piso com pés cegos
as pedras mudas e as folhas secas
e alguém atrás de mim também as pisa:
se me detenho se detém;
se corro, corre. Volvo o rosto: ninguém.
Tudo está escuro e sem saída,
e dou voltas e voltas por esquinas
que levam sempre à mesma rua
onde ninguém me espera nem me segue,
onde eu sigo a um homem que tropeça
e se levanta e diz ao ver-me: ninguém.
La Calle
Es una
calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.