Amado Nervo (México: 1870-1919)

 

O primeiro beijo

Eu já me despedia... e palpitante

acerca meu lábio dos teus lábios rubros,

“Até manhã”, sussurraste;

olhei-te nos olhos um instante

e tu cerraste sem pensar os olhos

e dei-te o primeiro beijo: alcei a fronte

iluminado por minha alegria evidente.

 

Fui pela rua alvoroçadamente

enquanto tu à porta assomavas

olhando-me flamejante e sorridente.

Voltei o rosto em doce encantamento,

e sem deixar de te olhar embora,

saltei a um bonde em veloz movimento;

e lá fiquei te olhando um momento,

sorrindo com a alma inteira,

e no bonde..., enquanto ainda te sorria,

a um ansioso, sarcástico e curioso,

que nos olhou aos dois com ironia,

disse, fazendo-me ditoso:

- “Perdoe-me, senhor, esta alegria.”

 

 El primer beso

 

 Yo ya me despedía.... y palpitante

cerca mi labio de tus labios rojos,

«Hasta mañana», susurraste;

yo te miré a los ojos un instante

y tú cerraste sin pensar los ojos

y te di el primer beso: alcé la frente

iluminado por mi dicha cierta.

 

Salí a la calle alborozadamente

mientras tu te asomabas a la puerta

mirándome encendida y sonriente.

Volví la cara en dulce arrobamiento,

y sin dejarte de mirar siquiera,

salté a un tranvía en raudo movimiento;

y me quedé mirándote un momento

y sonriendo con el alma entera,

y aún más te sonreí... Y en el tranvía

a un ansioso, sarcástico y curioso,

que nos miró a los dos con ironía,

le dije poniéndome dichoso:

-“Perdóneme, Señor esta alegría.”