Do livro Elogio da sombra – 27 / 31
Lenda
Abel e Caim
se encontraram após da morte de Abel. Caminhavam pelo deserto e se reconheceram
de longe, porque os dois eram muito altos. Os irmãos se sentaram na terra,
fizeram um fogo e comeram. Guardavam silêncio, à maneira da gente cansada
quando declina o dia. No céu assomava alguma estrela, que ainda não havia
recebido seu nome. À luz das chamas, Caim notou na testa de Abel a marca da
pedra e deixou cair o pão que estava para levar à boca e pediu que lhe fosse
perdoado o crime.
Abel
respondeu:
– Tu me
mataste ou eu te matei? Já não me lembro; aqui estamos juntos como antes.
– Agora sei
que na verdade me perdoaste – disse Caim –, porque esquecer é perdoar. Eu
tratarei também de esquecer.
Abel disse
devagar:
– Assim é. Enquanto dura o remorso dura a
culpa.
Leyenda
Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el
desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los
hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron. Guardaban
silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo
asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las
llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el
pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado su crimen.
Abel
contestó:
– ¿Tú me has
matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes.
– Ahora sé
que en verdad me has perdonado –dijo Caín–, porque olvidar es perdonar. Yo
trataré también de olvidar.
Abel dijo
despacio:
– Así es. Mientras dura el remordimiento dura
la culpa.
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