sábado, 11 de abril de 2020

Gustavo Adolfo Bécquer (Espanha: 1836 – 1870)





Rima IV


Não digais que, esgotado seu tesouro,
e sem assuntos, emudeceu a lira;
poderá não haver poetas; mas sempre
haverá poesia.

Enquanto as vibrações da luz ao beijo
palpitem acendidas,
enquanto o sol as desgarradas nuvens
de fogo e ouro engalane,
enquanto o ar em seu regaço carregue
perfumes e harmonias,
enquanto haja no mundo a primavera,
haverá poesia!

Enquanto a ciência não desvende
as fontes da existência,
e no mar ou no céu exista um abismo,
que ao cálculo resista,
enquanto a humanidade em seu avanço
não saiba onde caminha,
enquanto exista um mistério para o homem,
haverá poesia!

Enquanto existam olhos que reflitam
os olhos que os veneram,
enquanto aceite suspirando o lábio
ao lábio que suspira,
enquanto sentir-se possam num beijo
duas almas mescladas,
enquanto exista uma mulher formosa,
haverá poesia!


Rima IV


No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!




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